El duro camino de la mujer y la reconciliación con su cuerpo
Mariana Salazar dueña y creadora de la marca Copafree.sa en la que vende copas menstruales, nos cuenta que en su labor, también realiza talleres y charlas que brindan alfabetización menstrual y en ellas ha podido evidenciar un estigma muy grande respecto a la sangre menstrual, pues muchas mujeres expresaban su desagrado respeto a esto, además de la cantidad de mujeres que cuentan con pocos recursos y en sus días con más flujo deben encerrarse o estar casi todo el día en el baño, sin poder realizar sus actividades normales, por no saber o no tener los medios para conseguir los insumos necesarios para el periodo menstrual.
La menstruación al entrar en contacto con el oxígeno y ciertos componentes de las toallas higiénicas y tampones, reacciona químicamente lo que desprende un cierto olor, esto es uno de los componentes que llevan a creer que es algo sucio. Sin embargo en el cuerpo de la mujer no está sucediendo nada malo, es simplemente un ciclo y un proceso que se debería enfrentar como limpio y libre de tabús.
Estos mitos que rodean la menstruación se notan aún más en las zonas rurales, Unicef realizó un estudio escuelas del área rural en el pacífico colombiano, y entre sus conclusiones encontraron que “la sangre menstrual es significado de sucia, estancada, mala, en señal de impureza y peligro por tanto debe salir del cuerpo; también la sangre debe permanecer escondida y no puede tener olor”.